EN LA PLAYA

Como ven estoy bebiendo. Constantemente tengo sed. Ocho veces al día tengo que beber. Bebo durante casi una hora, a veces menos, como ese día en la playa. Cuando hay mucha gente, cuando estamos en la calle, me doy mucha prisa. Bebo y no hago nada más, hasta que se me pasa la sed. Pero si estoy en casa, bueno la cosa es diferente. Me tomo mi tiempo, como hacen los buenos borrachos delante de una botella de buen vino. Me acerco, huelo el pezón, como el que huele un corcho, con los ojos muy cerrados. Me emborracho del perfume de mi madre. Es casi un momento místico. Y luego, poco a poco, acerco mi boca a la punta oscura del pezón, doy un pequeño sorbo, dejo que se quede en mi boca durante unos segundos y, lentamente, lo trago, paladeando, apreciando su bouquet.
Ese día me di prisa. La playa estaba muy vacía y, si les digo la verdad, no me enteré de nada. Mi padre hizo un esfuerzo para que viera el mar, para que escuchara el sonido de las olas, para que tocara la arena fría de la playa. Pero no le hice ni caso. No abrí lo ojos, hacía mucho sol y estaba bastante dormido. y cuando los abrí, lo único que quería ver era una teta, la teta de mi madre. Además, el mar va a seguir ahí, por lo menos hasta que crezca un poco más. o eso espero.
Luego, fuimos a un bar con Kepa, un amigo de mi madre y se comieron un chocolate con churros. Y lo sé, porque mi padre me puso en la nariz un trozo de churro mojado en chocolate para que lo oliera. Pero yo... bueno yo estaba dormido otra vez. Más que dormido, pensativo, reflexivo. Ya saben, esa cara que ponen algunas personas cuando piensan muy concentrados, con los ojos muy cerrados, las manos sobre la cara...
3 comentarios
bibi -
Me cuesta encontrar las palabras adecuadas.
Estan felices y yo tan contententa por eso.
Atrás el bello mar y más allá la tía bibi tapada de trabajo pero disfutando de verlos tan bien.
Los quiero mucho y hasta logo!!
Sebastián -
Sushy -