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Sebastián es ¡Andalú!

SOSTENIENDOME

SOSTENIENDOME No ando. No puedo andar solo pero si soy capaz de ponerme de pie, de agarrarme a cualquier cosa y ponerme de pie. Luego, cuando ya estoy así, no sé qué hacer, así que me siento en el suelo y gateo otro rato.

Gateo mucho.

No tengo ni idea de por qué, a este avanzar sobre las rodillas y la palma de las manos se le llama Gatear y no Perrear o Elefantear o Jirafear. No tengo ni idea qué es lo que hacen los gatos para que estos dos sujetos que aseguran ser mis padres digan que gateo. Los gatos, según he podido observar, se quedan muy quietos y, cuando menos te lo esperas, salen corriendo y saltan o escalan árboles y paredes o se esconden debajo de los coches. Yo no hago nada de eso. Ni siquiera gateo deprisa.

A partir de hoy voy a dejar de gatear. Ahora voy a Rinocentorear.

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