
La casa está llena de cajas porque nos cambiamos de casa. Y ahora que está así, aprovecho para esconderme. Es muy divertido jugar al escondite, sobre todo cuando soy yo el que me escondo. Cuando se esconden estos dos no me hace tanta gracia porque tardo muchísimo en encontrarlos. Y me desespero, por qué negarlo.
1 comentario
caro -