
El viento es el aire que se mueve a toda velocidad y me golpea en la cara y los brazos y no me deja respirar. En la playa hace mucho viento y aunque parece que lo estoy pasando maravillosamente bien en realidad estoy contento porque al fin nos vamos de este horrible lugar recubierto de viento. Esta vez han sido estos que aseguran ser mis padres y que parecen otra cosa, los que me han traido hasta aquí. Han traido un paraguas enorme que se clava en la arena, han traido toallas de colores chillones, han traido un cajón azul de plástico con comida para mí. Y nos hemos sentado ahí, en el centro de un paisaje lunar golpeado por el viento. Lo increible es que a nadie parece molestarle este aire agitado. Hay otras personas tumbadas sobre la arena. Todo me parece horrible, hasta la papilla de verduras me parece horrible. Y grito. Y chillo. Y me desespero. He logrado que arranquen el paraguas del suelo y que recojan las toallas. Mi madre ha querido inmortalizar el momento en el que yo grito y grito sobre la arena pero me he dado cuenta a tiempo y he sonreido. No ha logrado hacerme ni una sola fotografía con la cara crispada. Ahora que estoy seguro de que nos alejamos del viento, ahora puedo volver a sonreir.
3 comentarios
mariha42 -
Mar -
mariana82 -
pero bueno, al menos saben tus padres por donde darte: con las cosquillas
saludos y abrazos andaluces