6100 GRAMOS

El caso es que yo me noto grande. Antes cabía en el brazo de mi madre y ahora, no. El carrito que se compraron para llevarme de un sitio para otro me encajona. La cuna ha encogido. La ropa cada día es más pequeña. Antes, no hace mucho, mi padre podía tenerme en brazos horas y horas, ahora ya no. En fin, que sí que es verdad que me veo grande, pero mi madre sigue siendo más grande que yo. Y mi padre. Y casi todo el mundo.
De todas formas, todo sigue siendo muy divertido. ¿les he contado que no me gusta nada dormir? Y es que dormir es una pérdida de tiempo, ¿para qué sirve dormir? Si hoy hubiera dormido no me hubieran llevado de paseo, no hubieran jugado conmigo, no me hubieran leído la última de Bolaño, no me hubieran llevado de compras... me hubiera perdido un montonazo de cosas, ¿no les parece? Además, mientras estos dos estén despiertos hay diversión garantizada. Hoy han intentado dormirme con el viejo truco del Barco Fantasma, y ha sido muy agradable eso de ir de un lado a otro dentro de la cuna como si fuera un buque en mitad de un océano, pero no me he dormido. ¡Faltaría más!
0 comentarios