LA MUDANZA, EPISODIO DOS

Por lo visto, la señora que nos iba a alquilar la nueva casa dijo que No el último día, justo cuando ya estábamos recogiendo las cosas y metiéndolas en cajas. Así que, durante un par de días, estuvimos flotando en una especie de limbo. Mi tía Daniela nos sacó de ese limbo y nos dejó estar en la guardería mientras encontrábamos una nueva casa. Y ahí estoy, en el limbo, sentado en un columpio.
Al verme, nadie diría que estábamos en el limbo
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