ALCOHOLICO

Cada tres horas, ese monstruo desconocido se apodera de mis tripas y quiere comérmelas. De verdad, no puedo explicarles cómo es. Es como tener una serpiente dentro de las tripas, que las hace arder. Y me entra la sed. Y bebo para olvidar que tengo la serpiente. Y me paso casi una hora bebiendo, aferrado a la teta de mi madre, primero la derecha, luego la izquierda, luego otra vez la derecha. Y mientras estoy ahí, sujeto con mi boca sin dientes a ese pezón ovalado, me siento realmente feliz.
De momento es lo único que puedo identificar con claridad: el pezón de mi madre y su olor. Porque es lo único que sé oler. No distingo más perfumes que el de mi madre. Y no es que sea un niño de esos que llaman "enmadrados", es que es así. Es natural. Además, ¿para qué tengo que fijarme en el olor de los demás si ninguno de ellos me va a dar de comer? Hay que ser pragmático, y a estas alturas de mi vida, cuando aún no he cumplido un mes, tengo que centrar mis esfuerzos en lo que es esencial. Y lo esencial para mí es comer y dormir. Y chillar, pero eso es cuando no puedo hacer ninguna de las dos cosas anteriores o cuando quiero tirarme un pedo y no sé cómo. O cuando quiero cagar. Y además, tampoco tengo todo tan desarrollado como para poder fijarme en el olor de las personas, o en distinguir otra cosa que no sea el pezón. Oír, lo que es oír, oigo. Pero si mi padre supiera que sólo entiendo algunas vocales, no creo que estuviera tanto tiempo contándome cosas interesantes que sé que no voy a recordar. Si mi madre supiera que sólo entiendo las aes y las ies y las oes, pero que no sé que hacer con las "Us" y con las "es", pues probablemente no me diría tantas cosas con la "e". Pero ellos no lo saben.
Pero se me va la cabeza. Centrémonos. Me veo y, desde luego, veo un borracho.
Me encanta estar borracho, emborracharme de las tetas de mi madre, beber hasta que me saca de su pezón, ya abatido, como los grandes borrachos caen sobre las mesas de madera de los bares sórdidos que están junto a las estaciones o los puertos. Y quedarme así, deformado, ciego de leche, aplastado contra el pecho de mi madre, vomitando al menor movimiento, incapacitado para articular ni una vocal (y mucho menos una consonante).
Me gusta ser un Bebedor Compulsivo.
2 comentarios
Sebastian -
Tía Diana -
Pero bueno,yo no pensaba hablarte de esto, sino de las borracheras. lejos, es tu mejor foti. Bueno, la mejor después de la de tu mami dándote la teta en la playa. Y adhiero y defiendo el buen tino de una buena borrachera. Porque te cuento que dentro de unos años vas a descubrir otras sustancias que te van a llevar a estados muyyyyyyyy interesantes. No serán ese néctar maravilloso que estás disfrutando ahora, pero te garantizo que de cerveza en cerveza y de vino en vino uno le va viendo un costado tan, pero tan amable a la vida... Yo sé lo que te digo. Más vale que tus viejos preparen la bodega, porque el día que pase a hacerles una visita, la de botellas que vamos a descorchar!!!!!!!!!!!!!!!