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Sebastián es ¡Andalú!

CUERPO SERRANO

CUERPO SERRANO

Ese que ven ahí, con esa barriga cervecera y esa cara de borrachín de playa soy yo, o como dice mi padre, ¡un cuerpo serrano!

Con ese peazo de cuerpo comprenderán que no pueda gatear. Cuando lo intento, y lo hago una media de trescientas veces al día, me quedo apoyado sobre la barriga serrana y no avanzo ni un centímetro. Pero he logrado tumbarme y sentarme, volver a la posición de partida. Pero es que todo es muy difícil. Para segurarme que puedo volver a sentarme, dejo una pierna debajo de la panza y con ella hago palanca desde la posición de tumbado. Pero con la pierna ahí, no puedo gatear. Cuando dejo la pierna atrás, digamos que me quedo como una especie de cilindro flotando sobre esa barriga serrana. Y ya no tengo forma de sentarme otra vez. En fin, muy complicado.

De todas formas me gusta estar de pie. Yo solo no puedo, como pueden imaginar, pero sí con la ayuda de mi madre o de mi padre. Y trato de andar, aunque estos dicen que más que andar los que hago es poner las piernas donde me da la gana.

No comprenden que no estoy andando, que lo que estoy haciendo es bailar pero a ver como se lo explico.

EN LOS HOMBROS

EN LOS HOMBROS

me gusta mucho cuando me cogen y me sientan en los hombros. Sólo lo hacen mi padre y mi tío Kepa. Me da tanta alegría estar ahí arriba que no dejo de dar botes, de saltar sobre mi culo, de estirar del pelo y de lanzar grandes gritos de satisfacción. Todo se ve mucho más bonito desde ahí arriba. No me tiene mucho rato así pero aún no sé si es porque peso bastante o porque no dejo de moverme y de saltar.

Dice la pediatra que cuando crezca mediré lo mismo que mido cuando estoy sobre los hombros de mi padre. Que seré mucho más alto que ellos. Así que dejaré de ir en sus hombros. Pero tampoco quiero crecer mucho, a ver si estos van a querer que les lleve yo encima de los hombros.

HELADO

HELADO

¡Es muy gracioso el helado! Primero está duro, como una piedra. Y frío. Por eso se llama helado, porque está muy frío. Y cuando le doy un bocado, creyendo que es como una piedra fría, se convierte en una crema muy dulce y muy refrescante. Me gusta mucho el helado. Mi padre dice que soy como un perro, que apenas tengo sentido del gusto y que cualquier cosa que me den estos dos, sólo por el hecho de que sean ellos la que me lo den, debe estar riquísimo. Que cualquier día me da para comer pollo con atún y mermelada de fresas. O helado de cordero.

Yo creo que lo que me está llamando es tragón... pero no sé cómo decírselo

MI HIMNO

MI HIMNO

Un rey no tiene que bajar hasta el supermercado
Un rey no tiene que enseñar el carnet de identidad
Un rey, y eso sí es verdad, tiene un sitio siempre reservado
Un rey no de ber ser malo, nada malo es... un rey por toda la vida
Un rey dice qué hacer y eso se hará enseguida
Es bueno ser un rey

Un rey no tiene que bailar casi nunca con la más fea
un rey tiene casi todo y todo es real
Un rey no se tiene que manchar la suela del zapato
Un rey, con todas sus garantías
Ser rey está muy bien pagado, aunque te ocupe todo el día
Es bueno ser un rey... es bueno ser Él, dice mi padre

El rey de la comedia, el rey del barrio, el rey león, los reyes magos, el rey de reyes, el rey pescador, el rey de bastos, o rei Pelé, el rey del rocanrol, el rey pasmado, el rey que rabió

Un rey no tiene que sellar la cartilla del paro
Un rey no tira del carro si se sube a él
Un rey es la pieza más defendida
Un rey, cuando cae, se termina la partida

¿No es bueno ser un rey?

SANDIA

SANDIA

Eso que tengo en la boca es un trozo de sandía. Hoy he aprendido a comérmela porque hasta ahora cogía el trozo y trataba de comerme lo verde, eso que llaman cáscara. Y les digo la verdad, la cáscara de la sandía es rica, pero es más rica la cosa esa roja que se chupa y sale agua dulce y fría. No sabe a nada, o más bien, tiene sabor a sandía. Y huele a nada, o más exactamente, huele a sandía.

EL ANDADOR

EL ANDADOR

Eso en lo que estoy encajonado es un andador, un cacharro en el que me sientan y se supone que yo ando, y avanzo y retrocedo y giro y hago de todo. Pero no cuentan con que sólo se andar hacia atrás. Mi padre dice que soy un Cangrejo (otro bicho más a la larga lista de bichos que soy). Porque gatear, lo que es hacer el Gato, no lo hago muy bien. Lo más que consigo es desplazarme hacia atrás, pero tampoco mucho, más bien me quedo apoyado en la barriga y poco más. Y me desespero, me pongo nervioso. Quiero gatear y no puedo. Esto debe ser el primer indicio de lo que es la Frustración, querer y no poder. Así que estoy frustrado. ¿Y cómo demuestro que estoy frustrado? ¡Gritando como un loco!, ¿cómo va a ser si no?

DE PIE

DE PIE

No logro ponerme de pie. Es imposible ponerse de pie. Me gusta, porque veo a todo el mundo así y me gusta ser como ellos, pero es una esfuerzo brutal. No me pongo de pie, así que no sueñen con que ando. Lo único que se hacer es mover las piernas hacia adelante, apoyarme en los dedos plegados y fingir que ando. Con la pierna derecha parece que ando, pero la izquierda... como dice mi madre, parece que tengo una pierna de madera.

Así que hay estoy, jugando a que me pongo de pie y ando. Un juego ridículo, pero yo me lo paso realmente bien.

EN LA MAR SALADA

EN LA MAR SALADA

Ese que está ahí gritando en los brazos de un señor que dice ser mi padre soy yo. Y eso que me rodea por todos los lados es La Mar Salada.

No me asusta el mar ni el ruido de las olas. Me asusta que está fría y que es verde. Desde siempre me habían dicho que el mar es azul y desde afuera, desde la orilla, lo parece. Pero una vez dentro es verde. Mi padre me ha bañado por primera vez en La Mar Salada y, una vez que me he acostumbrado al frío del agua, lo he pasado muy bien. Hasta he buceado. Y he tragado agua que estaba muy salada.

Luego he estado en la arena, me he dado otro baño, mucho mejor que el primero y después me he llevado a estos dos a comer a un chiringuito con mi padrino postizo, Kepa y con su madre y su hermana. No venían disfrazados para estar en la playa, un sitio en el que todo el mundo va en calzoncillos o en bragas. Un sitio sorprendente es este de La Mar Salada.

DESORDEN

DESORDEN

Ese que está ahí sentado soy yo, desordenando un montón de CD. O más bien ordenándolos. Estos dos se creen que por el hecho de estar colocados en fila, apilados, ya están ordenados y eso no es así, siguen estando desordenados. Yo los estoy ordenando por colores. Los CD se parecen a los libros aunque son mucho más finos y manejables aunque no tienen páginas. Los libros me gustan mucho, sobre todo lo que tienen portadas graciosas. Me gusta abrirlos y ver esos dibujos que dicen que se llaman 'Letras'. Los CD me gustan más porque puedo tenerlos en las manos, darles vueltas y casi todos tienen portadas bonitas y llenas de colores. Y no son tan gordos como los libros.

A mí me gusta tener las cosas ordenadas por colores. Es algo difícil de hacer, así que puede dar la sensación de que estoy desordenando cuando en realidad sólo estoy clasificando, colocando los que son rojos en el montón de los rojos, los amarillos en el de los amarillos, etc, etc. Sólo hay un problema y es que casi todos los CD están hechos con muchos colores. Así que tengo varios montones: el de los azules que tienen una mancha amarilla y otra roja, los que son verdes con una foto en azul y unas letras en amarillo... y así, un montón.

BAJO EL AGUA

BAJO EL AGUA

Con este calor que hace me ducho dos o tres veces al día. Me gusta más el baño que la ducha, aunque reconozco que la ducha es divertida sobre todo si el agua no sale demasiado caliente. Si no, es un infierno. Así que me paso el día desnudo y debajo del agua. Y sacando cosas de las estanterías. Libros y CD sobre todo. También he descubierto un ventilador.

Esta tarde he logrado, arrastrándome como una serpiente por el desierto, llegar hasta el borde el ventilador, un artefacto que sirve para fabricar viento. Pero cuando he acercado mi mano al cacharro, para saber cómo es eso que gira tan rápìdo, he oído un NO que me ha helado la sangre. Se me ha congelado el corazón. He sudado frío. Me he llevado un susto terrible, la verdad. Es raro, porque en esta casa no me dicen que NO a casi nada de lo que trato de coger. Puedo tirar todos los CD al suelo, puedo revolver todos los libros, puedo lanzar el mando de la televisión a quince metros de distancia y nadie me dice NO. Lo recogen y ríen. Pero con el ventilador.... ¡vaya grito me han dado! A lo mejor es que es peligroso que me de el viento muy cerca de la cara. ¿Qué será si no?

LA SOLEDAD A LOS NUEVE MESES

LA SOLEDAD A LOS NUEVE MESES

A veces, en mitad de la noche, me despierto y me doy cuenta de algo que es aterrador: estoy solo. Es una sensación, como si estos dos que aseguran ser mis padres se hubieran levantado, hubieran hecho las maletas y me hubieran dejado en mitad de mi cuarto, abandonado y solo. Me despierto y grito, claro que grito. Y espero que entren en mi cuarto y me calmen, que me tranquilicen diciéndome que no me han abandonado ni nada de eso. No siempre grito a la misma hora, a veces es a las 3, otras veces a las 5. Si gritara siempre a la isma hora podrían estar por ahí, divirtiéndose sin mí, asegurándose de estar antes de que grite. Pero así, con la arbitrariedad, me aseguro de que no se van.

No tengo ninguna foto de mí mismo gritando en mitad de la noche espesa, pero sí una de mí mismo emborrachándme en un bar, bebiendo para olvidar que estoy solo.

EL CALOR

EL CALOR

Ahora que ha empezado el verano estoy aprendiendo qué es esto del calor. Cuando hace calor, el aire está caliente, hasta por la noche está caliente. A mí me arde la espalda nada más. Casi se me pone incandescente. Y me cuesta dormir, porque cuando duermo boca arriba, como tengo ese horno en la espalda, sudo y sudo y se me pega la piel a la sábana y es muy incómodo.

Me gusta el calor. Casi todo el día estoy desnudo. Naturista, como mi padre.

VELEZ CAMPEON!!!!!

VELEZ CAMPEON!!!!!

Felicidades a todos, a mi abuelo Oscar, a mi madre, a mi títo Héctor, a mí mismo... El Fortín campeón!!!

A disfrutar y a ver cómo se retuercen por el suelo todos esos de Boca, de River, de esos equipos de segunda fila...

CARNAZA

CARNAZA

Eso que tengo en la boca es un hueso de una costilla de ternera lleno de grasa y de carne. Está riquísimo.

Cuando mi padre lo ha acercado a mi boca he pensado, ¿y este, qué quiere darme?. Luego él se lo ha llevado a la boca y entonces he pensado, No Está Envenenado. Y he pensado, Eso Debe Estar Riquísimo. Y lo ha vuelto a acercar y ahí estoy, aferrado al hueso, chupando como un loco. Porque está.. ¡¡ delicioso!! Cien veces mejor que cualquier chupete.

LA PISCINA

LA PISCINA

Ese que ven ahí haciendo el pato soy yo en los brazos de mi tía Daniela y todo esa inmensa extensión de agua turquesa se llama Piscina. La piscina es una bañera enorme en la que caben más de dos personas y en la que el agua está fría y sabe a algo que no es jabón ni agua sola. Es muy divertido esto de la piscina. Mucho más divertido que la bañera.

Esa piscina es para niños más pequeños que yo porque yo hago pie, es decir, que me puedo poner de pie y el agua me llega a la altura del ombligo. Después de un baño en la piscina dicen que es buenop un baño de sol, que el sol da muchas vitaminas. Y me tiran sobre una toalla y todas las madres que están en la piscina le preguntan a la mía si me ha puesto crema protectora. Todas. No es por defender a esta señora que asegura ser mi madre pero yo la veo y no tiene cara de tonta y no creo que quiera asarme como un pollo aunque grite mucho y algunos días esté realmente insoportable. Seguro que todas esas se olvidaron alguna vez de ponérsela a sus hijos, sino ¿por qué tanta preocupación?

LA DUCHA

LA DUCHA

Hasta hace muy poco la ducha me daba miedo. Veía la bañera cubierta con esa cortina azul de lunares y el ruido ensordecedor y creía que ahí detrás había algo horrible. A veces, la cortina se desplegaba y aparecía mi padre empapado y sonriente. No estaba tan desencaminado con eso de "algo horrible".

Ahora ya no me da miedo. Mi padre me desnuda, se desnuda él y nos metemos juntos en la ducha. El agua cae con fuerza pero es una sensación agradable. Y claro, ahora que estoy yo, no hay un "algo horrible" detrás de la cortina azul de lunares. Y así estoy, empapado y riéndome.

Es extraño el agua: trato de cogerla, de sujetarla entre mis manos, y ella escapa. Acerco la mano extendida hacia el agua y la cierro y cuando la abro no hay nada dentro de mi mano, sólo hay humedad.

EL AUTOBÚS

EL AUTOBÚS

El otro día me llevaron en autobús, un artefacto rectangular con cuatro ruedas y cientos de asientos. El autobús me gusta menos que el tren, se mueve más, frena de repente, acelera sin más ni más y el aire acondicionado es peor que el del tren. De todas formas ahí me ven, tan contento, sentado como si fuera un señor.

El autobús es más incómodo porque tienen que plegar el carrito que les compré para llevarme de un lado a otro y con tanto bamboleo me mareo y me cuesta dormirme.

EN LA GUARDERÍA

EN LA GUARDERÍA

Los lunes y los jueves por la tarde voy a la guardería de mi tía Daniela. La guardería es una casa muy bonita en lo alto de una colina cerca de Torremolinos. Como ninguno de estos dos sujetos que aseguran ser mis padres tienen coche, me llevan en tren. Me gusta mucho el tren, me gusta porque va mucha gente y tiene un traqueteo muy gracioso y me puedo dormir sin temor a perderme nada.

En La guardería sólo hay chicas, así que más bien parece un harén. Todas quieren hablar conmigo, todas quieren que yo las haga caso y, calro, tal y como me ha explicado mi padre, yo hago caso a todo el mundo y más si son chicas. No tengo ninguna preferida porque todas me gustan, aunque la que más me gusta es mi tía Daniela que tiene la edad de mis padres o algo menos. Vamos, que me gustan las maduritas.

Anteayer fu la fiesta de fin de curso de la guardería. Y ahí estoy yo, como un jeque rodeado de mujeres. Me encantan las mujeres, ¿qué le voy a hacer?

EL VIDEOCLUB DE GLORIA

EL VIDEOCLUB DE GLORIA

Ahí estoy, encargándome del videoclub de Gloria. Estoy de pie, apoyado sobre el mostrador.

No me gusta gatear. Es una pesadez eso de tener que desplazarse por el suelo apoyado en la tripa, arañándome las rodillas, estropeándome los dedos de los pies, rasguñándome los codos. Me gusta estar de pie. No ando, claro que no, pero estoy más cómodo de pie que boca abajo. Y ahí estoy, de pìe, alquilando unos DVD.

Cuando vamos por la calle hay gente que dice que, como soy guapo y grande, debería hacer anuncios en la televisión. Que me lo pasaría muy bien. Mi padre dice que eso es Explotación Infantil, eso de ponerme a trabajar en un anuncio. Que tanta gente luchando contra la explotación de los niños para que luego quieran que yo trabaje sólo porque dicen que soy guapo. Que si los de los pañales tuvieran prohibido sacar niños en los anuncios, todo iría mejor.

Esto del videoclub de Gloria no es trabajo. De hecho creo que asusto a la clientela.

EL RESFRIADO

EL RESFRIADO

El resfriado es una cosa extraña que se te mete en el cuerpo y que sale por la nariz en forma de un moco verdoso. También provoca una tos que se parece bastante a la de mi padre, una tos ronca, como de persona mayor. Es muy incómodo tener un resfriado porque hay veces que se me secan los mocos de la nariz y se me tapona y tengo que respirar por la boca. Y entonces, se me seca la boca y la lengua se me queda un poco pastosa y tengo que beber. Y grito mucho, porque quiero que me quiten al resfriado pero por lo visto sólo queda esperar. Encima me meten un suero por la nariz que se supone que es para destaponármela y que sólo hace que tenga más y más mocos.

Entre el resfriado y el diente de arriba que no termina de salir, la verdad es que estoy hecho un asco. Casi no tengo hambre y lo que es más sorprendente, sólo quiero dormir. Estoy como aplastado.

Me pregunto quién inventó el resfriado. Un tonto o un loco. ¿Qué sentido tiene que la gente tenga un resfriado?